“La decisión del presidente Alberto Fernández es que todas las familias argentinas puedan comer bien. Esta iniciativa también promueve la economía popular y la agricultura familiar, impulsando el desarrollo local y regional”, expresó Arroyo durante la reunión en la que respondió dudas de los funcionarios municipales sobre cómo poner en marcha los operativos en todos los partidos bonaerenses. Estuvo acompañado por Victoria Tolosa Paz, titular del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales; y Laura Alonso, secretaria de Inclusión Social del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
En la provincia de Buenos Aires se distribuirán un total de 557.000 tarjetas, lo que implica una asistencia que alcanzará a un millón de niños y una inyección de 2.830 millones de pesos mensuales en el mercado local. El cronograma de entregas arrancó esta semana en siete partidos del conurbano bonaerense, y se prevé que a fines de marzo se extienda en toda la provincia.
En el marco del Plan Argentina Contra el Hambre, la Tarjeta Alimentar está destinada a la compra de alimentos, excepto bebidas alcohólicas, y no permite extraer dinero.
Está destinada a madres y padres con niños y niñas menores de 6 años con Asignación Universal por Hijo (AUH), embarazadas a partir de los 3 meses que reciben la Asignación por Embarazo, y personas con discapacidad que reciben AUH. Tiene dos montos: 4000 pesos para familias con un hijo o hija y 6.000 pesos dos o más, que se recargan el tercer viernes de cada mes.