En diálogo con La Mecha por Radio Provincia repudió el acto escolar que se realizó en un colegio privado de Olavarría donde se estigmatizó la figura de la Vicepresidenta y de los pobres. 

Advirtió que “la escuela tiene que tener un umbral ético más alto que la sociedad, que a veces permite cuestiones que la escuela nunca puede permitir. Rápidamente tiene que haber un reflejo que diga: hasta acá. En este caso, no hubo un adulto que dijera basta”.

Mencionó que luego de las repercusiones, la escuela emitió “un comunicado repudiando y está bien”, pero “me parece que lo que hay que hacer es trabajar” con los alumnos para problematizar lo que sucedió.

Por parte de Educación de la Provincia, “está trabajando un equipo nuestro de psicología y de educación privada, porque hay que discutir con los chicos para que adviertan lo inapropiado de lo que han hecho. No sirve una declaración vacía”.

En tanto, el funcionario reveló que “me han dicho que la comunidad de Olavarría está impactada, tiene que haber limites y mucho mas después del 1° de septiembre, que fue un parteaguas en la democracia argentina”. 

“Cualquiera sea el posicionamiento político que uno tenga, sea una escuela pública o privada, tiene que haber una voz que diga: esto no se hace”, aseveró Sileoni y agregó: “La expresión discursos de odio tiene más de 30 años en la literatura universal, no lo inventamos nosotros. Hay pleno consenso en que esos discursos van creando condiciones de posibilidad. Los escalones del horror se suben de a uno, pasó con el nazismo y con los grandes fenómenos en donde el mundo desbarrancó”.

“La escuela tiene que mostrar un mundo más complejo, tiene que salir de la pereza intelectual y soy de los que creen que el docente puede definir su posición, pero no debe incidir en la de los alumnos. Esta es una gran oportunidad para hacer un razonamiento más complejo con los alumnos de 16 y 17 años” porque “la escuela no está haciendo su tarea, que es la de una comprensión crítica de la realidad”.