El integrante del Centro de Investigaciones del Medioambiente (CIM), Damián Marino, afirmó que es necesario que se derogue la ley que regula el uso de agroquímicos en la provincia de Buenos Aires que fue aprobada durante la gestión de María Eugenia Vidal.
En declaraciones a Siete Colores por FM 97 Une destacó que “el gobierno debe escuchar a la gente” y resaltó que “lo que se pide es la derogación y no la suspensión”.
Marino destacó que “sorprende que se siga extendiendo algo que debería haberse derogado. La ley está llena de puntos de conflictos, de problemas" y convocó a "discutir de verdad el tema porque sino parece que se avanza pero nada sucede”.
En ese marco, pidió que el Ministerio de Salud “empuje” un estudio “para saber cuál es el estado de salud de las poblaciones y cómo han cambiado los perfiles de patologías más frecuentes y las causas de muerte" en territorio bonaerense.
Marino agregó que “si bien se habla mucho del glifosato en el SENASA hay una decena de plaguicidas registrados” y explicó que “el glifosato es la molécula básica de los plaguicidas pero no se usa solo. Se usa con tres o cuatro activos más por la resistencia que presenta, año a año, el medioambiente. Es decir que el cóctel químico cada vez es más grande".
Marino puntualizó que “el tema ambiental debe ser una política de Estado” y reflexionó que “cuando uno se pregunta por qué estos temas no avanzan uno debe tener en cuenta las tensiones que hay en el campo de lo político con el área productiva”.
Enfatizó que “el gobierno deberá ver a quién atiende. Hay que tomar dimensión del problema y tomar la decisión de defender la salud pública”.
Marino sostuvo que “hay muchos excluidos por este sistema de producción. Y esa es gente que ve afectada su salud y su buen vivir y no está contemplada al analizar el paquete de este sistema productivo que si sopesa cuánto se produce y cuántas retenciones deja. Yo creo que si se evaluara también el impacto ambiental y de salud, este sistema productivo se convertiría en no rentable".