Los dirigentes vienen trabajando en estos temas desde hace mucho tiempo y coinciden en que hay que tomar el modelo de ciudades como Pergamino, donde hay una muy buena relación entre el sector público y privado. De esta manera, las empresas continúan invirtiendo incluso ante un panorama económico desfavorable.
Este modelo de gestión habla de una Argentina posible que sigue adelante a pasar de las dificultades.
Si el Estado es sano, con sus cuentas claras y públicas y los privados son conscientes del impacto en las comunidades donde se invierte, la relación es fluida y el crecimiento económico la consecuencia.
"Entendemos que hay mucho por hacer y es importante traspolar el modelo de tantas ciudades como la nuestra que siempre han tenido una visión global de sus negocios con el mundo y hoy, a pesar de este contexto nacional continúan siendo razonablemente pujantes", dijo Martínez