La visita, prevista para este jueves, se concretará en paralelo a la Cumbre de presidentes del Mercosur que se celebra en Buenos Aires. El juez Jorge Gorini, del Tribunal Oral Federal 2, dio luz verde al pedido presentado por la defensa de la exmandataria, representada por el abogado Carlos Beraldi.

El encuentro entre Lula y Cristina no es solo personal: es también político. Ambos líderes comparten trayectorias marcadas por procesos judiciales que sus seguidores califican como persecuciones. Lula, quien pasó 580 días en prisión por el caso Lava Jato antes de ser liberado en 2019, ha manifestado públicamente su solidaridad con Cristina, incluso en una reciente llamada telefónica en la que, según él, la expresidenta rompió en llanto.

Desde el entorno del mandatario brasileño se interpreta la visita como un gesto de reciprocidad y respaldo. Sin embargo, en Brasil generó tensiones internas: mientras sectores del Partido de los Trabajadores la celebran, voces diplomáticas advierten sobre el riesgo de que sea leída como una provocación hacia la Justicia argentina.

La reunión se dará en un contexto de frialdad entre Lula y el presidente argentino Javier Milei, quienes no tienen previsto un encuentro bilateral durante la cumbre. De hecho, será la primera vez que el líder brasileño pise suelo argentino desde que Milei asumió la presidencia.