En un movimiento estratégico inesperado, Javier Milei se sumó a la Conferencia de los Océanos de las Naciones Unidas en Niza, respondiendo a la invitación del presidente francés, Emmanuel Macron. Más allá del compromiso ambiental del evento, la cita sirvió como escenario para discutir temas cruciales en la relación entre Argentina y Europa.
Uno de los puntos clave fue el acuerdo postergado entre el Mercosur y la Unión Europea, que enfrenta obstáculos desde hace años. Mientras la política comercial sigue en negociaciones, Macron aprovechó el encuentro para reforzar su interés en los recursos estratégicos de Argentina. En este marco, ambos gobiernos avanzan en la firma de una Alianza Estratégica en Minerales Críticos, con especial énfasis en la minería y la energía nuclear, sectores que despiertan el interés de la industria europea.
La reunión también fue espacio de diplomacia activa. El presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, se acercó a Milei y al canciller argentino Gerardo Werthein, enfatizando la importancia de destrabar el acuerdo Mercosur-UE. La política comercial y ambiental se entrelazaron en un evento donde Argentina, tradicionalmente distante en debates ecológicos, se vio envuelta en negociaciones de alto impacto para su desarrollo económico.
Más allá de los anuncios oficiales, la presencia de Milei en un evento de corte ambiental es un giro curioso en su estrategia internacional.