Desde el móvil policial, Grabois no tardó en responder. "Meteme preso Milei, pero la bandera argentina no me la sacás", escribió en sus redes sociales, reafirmando su postura de resistencia. Además, expresó que su detención es "un orgullo", ya que considera que está defendiendo el legado peronista y la identidad nacional.
El operativo policial, que incluyó un fuerte despliegue de efectivos, fue cuestionado por sectores opositores, quienes denuncian que la detención se realizó sin orden judicial. La tensión en el Instituto Perón escaló rápidamente, con enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
Mientras tanto, Bullrich reforzó su postura en redes sociales, asegurando que el desalojo fue "un éxito" y que "ni Grabois ni ningún kirchnerista tiene los privilegios que tuvo". La ministra defendió la intervención policial como parte de una estrategia para recuperar espacios públicos y evitar nuevas ocupaciones.
El Instituto Juan Domingo Perón, que fue tomado por Grabois está ubicado en Recoleta. La institución, que funcionaba en la antigua residencia de Perón y Evita, fue cerrada por el Ministerio de Capital Humano bajo el argumento de que representaba una "carga presupuestaria innecesaria".