El máximo tribunal está en condiciones de ratificar la condena de seis años de prisión por administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública, además de la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. La sentencia, originalmente dictada por el Tribunal Oral Federal N.º 2 y confirmada por la Cámara de Casación Penal, ha sido objeto de múltiples apelaciones por parte de la defensa de Fernández de Kirchner.

Uno de los puntos clave en la revisión del caso fue la recusación presentada por la defensa de la expresidenta contra el ministro de la Corte Ricardo Lorenzetti, alegando falta de imparcialidad. Sin embargo, el tribunal rechazó el planteo por considerarlo fuera de los plazos procesales y sin fundamentos jurídicos suficientes.

Si la Corte Suprema confirma la condena, Fernández de Kirchner podría enfrentar prisión domiciliaria en lugar de una detención en un establecimiento penitenciario. Además, la inhabilitación perpetua afectaría sus aspiraciones políticas, especialmente en un año electoral donde ya había anunciado su candidatura.

El fallo de la Corte no solo impactará en la carrera política de la expresidenta, sino que también podría generar una crisis dentro del peronismo y el Partido Justicialista, principal espacio opositor al oficialismo libertario. La decisión del tribunal será determinante para el panorama político argentino en los próximos meses.