En primer lugar, Marcheschi se refirió a la importancia que tiene la Sociedad Platense de Anestesiología y explicó las principales funciones de esa institución. En ese sentido, subrayó que “es una entidad científica de carácter gremial que jurídicamente es una ONG sin fines de lucro y que está constituida por el aporte voluntario de todos nuestros socios, yo soy uno de ellos. Nos sometemos a elecciones anualmente y nos constituimos en autoridades. Yo actualmente soy el secretario general. La Sociedad Platense de Anestesiología es un lugar bastante único en las especialidades médicas, integra una entidad nacional que agrupa 31 casas como esta en todo el país, representando a más de 5 mil anestesiólogos en todo el país”.

“Esta casa a diferencia de otras instituciones médicas se transforma en el segundo hogar del anestesiólogo, la única condición de ingreso es que gane una beca del estado provincial para residencias. El que gana una beca por antecedentes y mérito de examen, ingresa a la residencia hospitalaria y desde ese día es socio de nuestra casa si viene a asociarse, porque es voluntario, pudiera no asociarse si no quisiera”, remarcó.

Marcheschi indicó que “a partir de ese momento tiene derechos y obligaciones, desde el día uno. Entre sus derechos que son muy numerosos, esta casa le provee una carrera universitaria de posgrado con acreditación CONEAU de cuatro años que es el mismo período que dura su residencia en turno vespertino.  En esta casa puede consumir el conocimiento teórico y la adquisición de competencia por simulación que es la tecnología de vanguardia en el mundo para aprender anestesiología. Acá mismo en nuestra segunda casa, tenemos todo eso”.

Por otra parte, el profesional aseveró que “durante toda su carrera y una vez egresado, el anestesiólogo asume un compromiso ético que consiste en brindar servicio en los hospitales, en base a lo cual se trabaja en 14 hospitales, 10 provinciales, 3 municipales y uno nacional. Allí distribuimos el trabajo, gestionando la cobertura del servicio de anestesia, homologando las condiciones y proveyéndoles todo el apoyo que necesite ese anestesiólogo”.

Además, el secretario general de la SPA subrayó la necesidad de acompañar de manera permanente a los profesionales. Al respecto subrayó: “Acompañamos al anestesiólogo en la capacitación continua, es decir que certificamos sus competencias a través de los años en un mundo que es muy volátil, ambiguo, complejo y donde el conocimiento médico se renueva rápido. Para nosotros es un deber ético la capacitación continua”.

“También prestamos servicio a la comunidad de forma gratuita, damos cursos de RCP a cualquier entidad pública que lo solicite. Además, somos padrinos de algunas casas como la Fundación Ludovica y siempre estamos dispuestos a mejorar nuestra ciudad. Eso creo que es la Sociedad Platense de Anestesiología”, amplió.

Además, Marcheschi se refirió a la importancia que tiene el anestesiólogo y que mucha gente desconoce. En ese sentido, afirmó que “un médico anestesiólogo del siglo 21 es un líder de seguridad dentro de un quirófano. Nuestra especialidad siempre estuvo con un estigma que tiene que ver con que la anestesiología no es terapéutica en sí misma. Es decir que lo que hace la anestesia es brindarles a los pacientes que van a atravesar un proceso de estrés quirúrgico, todas las medidas de seguridad necesarias para atravesar ese momento de máxima vulnerabilidad que representa el intento terapéutico del bisturí del cirujano, gestionando el estrés que eso pone sobre su organismo. Y hablo de las variables hemodinámicas, de la oxigenación de sus órganos, de sus pérdidas sanguíneas y el cuidado de cualquier complicación que pueda instalarse en ese momento. Eso fue históricamente nuestro estigma. Así que el tema de seguridad para el anestesiólogo es muy viejo”.

“Nosotros tenemos que encargarnos de que el procedimiento sea seguro porque es inadmisible que la anestesia en sí misma, sin ser terapéutica, provoque un daño. En ese aspecto se ha avanzado muchísimo y la anestesiología hoy día está ejercida por médicos que son especialistas en anestesiología, reanimación y tratamientos del dolor. Nuestra especialidad tiene tres pilares”, subrayó y, dejó en claro que “el anestesiólogo es una persona que está en condiciones de prepararte mejor desde antes de ir al quirófano, en el quirófano y luego acompañarte en el posoperatorio”.

En este contexto, explicó que “los anestesiólogos platenses iniciamos la campaña ‘Anestesia Segura: Nuestro compromiso es con vos’, para dar a conocer a los pacientes que van a atravesar alguna instancia quirúrgica, lo que significa su seguridad, porque somos líderes en seguridad dentro de un quirófano. La idea es llevar información a todos de cómo hacer para minimizar los riesgos, si bien siempre están”.

En otro orden, Marcheschi comentó que “el año pasado hicimos una campaña abierta de lavado de manos en la institución donde participó la comunidad toda en tres niveles, con lavado de manos domiciliario, de internación y quirúrgico. Trajimos a especialistas, infectólogos para dar un marco teórico y luego, práctica. Lo mismo hacemos con las jornadas de RCP para llevar ese conocimiento a la persona común que quiere estar en conocimiento sobre lo que puede llegar a hacer cuando al lado suyo alguien sufre un colapso cardíaco. Nosotros estamos convencidos que tenemos un rol social, donde el más importante es garantizar la mejor calidad posible del especialista en anestesología. Lo hacemos en forma gratuita, la formación al médico no se la cobramos”.

“Esta institución no tiene ninguna subvención del estado, se mantiene con el aporte de sus socios. Este es nuestro mayor compromiso. Después, claramente, tenemos un compromiso con los hospitales y estamos colaborando con aquellos que tienen la difícil tarea de gestionar un hospital público e integramos y conformamos especialistas acordes para facilitar esa tarea”, remarcó.

Finalmente, Marcheschi aseguró que “durante muchos años el daño médico inadvertido y prevenible se puso bajo la alfombra. Hoy es tiempo de que tengamos que hablar crudamente porque es una cuestión de todos, ya que todos podemos ser pacientes de un instante a otro y tenemos que tener bien en claro qué podemos hacer para mejorar el procedimiento en forma de seguridad, sobre todo. La información es cruda, a veces es difícil de entregar, pero muy necesaria. El paciente tiene que saber quién está a cargo de su seguridad, cuáles son las mejores condiciones para él, su familia o un ser querido”.

“Me parece que no hay más tiempo que perder y no quisiera mañana estar leyendo otra vez en el diario que hubo un evento adverso no previsto y absolutamente prevenible. Más de la mitad de los eventos adversos inesperados son prevenibles y estamos dispuestos a capacitar e informar en seguridad del paciente”, concluyó.